Mi esposa y su amiga íntima se unieron a nosotros para un trío caliente, y las cosas se volvieron locas. Intercambiamos parejas, y doble penetración, dejándolas a ambas gimiendo en éxtasis.
Mi esposa y yo siempre hemos sido abiertos sobre nuestros deseos sexuales, y una de nuestras fantasías era agregar una tercera persona a nuestros momentos íntimos.Después de mucha discusión, decidimos invitar a mi esposa a un amigo cercano para que se uniera a nosotros.El ambiente se encargó de emoción mientras él se unía a nosotros en nuestra habitación.No perdimos tiempo en desnudar y explorar nuestros cuerpos, pero fue cuando él se unió a nosotros en la cama que comenzó la verdadera diversión.Su gran miembro se abrió camino en el ansioso coño de mi esposa, mientras su otra mano me exploró.La vista de mi esposa siendo complacida por dos hombres fue un espectáculo para contemplar.La intensidad del momento fue palpable ya que todos sucumbimos al placer de la doble penetración.Esto fue más que un simple encuentro sexual; fue una experiencia compartida que nos dejó a todos satisfechos y cumplidos.