Provoqué a mis vecinos con una muestra pública de afecto, moviendo mi culo peludo en el vestido. La vista de mi culo y axila saltando los hizo desear más.Les di una vista de cerca, dejándolos pidiendo más.
Al calor de la tarde, me sobrevino el deseo de disfrutar de algo de placer al aire libre.Decidí dar un espectáculo a mis vecinos, alardeando mis voluptuosas curvas por el balcón.Moví mis caderas, meneando mi delicioso culo por su placer visual.La emoción de ser observado encendió una ardiente pasión dentro de mí, alimentando mi necesidad de más.Al continuar con mi exhibición erótica, sentí una abrumadora necesidad de llevarlo más allá.Deslizaba mis dedos bajo mi vestido, explorando mis pliegues húmedos.La alegría de estar expuesto en público, pero tan cerca de casa, era intoxicante.La vista de mi vecino mirando, sus ojos pegados a cada movimiento, solo se sumaba a la excitación.Llegué a mi clímax, mi cuerpo se estremecía de placer.Mientras recuperaba mi postura, di un último meneo provocativo antes de retirarme dentro, dejando a mis vecinas con un recuerdo que nunca olvidarían.