La escena se desarrolla en un camarote rústico, lo que aumenta aún más el carácter surrealista del encuentro. Los participantes están vestidos con atuendos reveladores que acentúan sus curvas y activos, lo que agrega erotismo al momento.
La escena comienza con un grupo de personas reunidas en un entorno al aire libre. El suelo está cubierto de hojas y el aire es fresco y fresco. Un hombre alto y de cabello oscuro está parado en el centro del grupo, observando su entorno. Vestido con una chaqueta de cuero negro, sus ojos están iluminados de anticipación. Los demás a su alrededor también están vestidos de cuero, pero sus atuendos son más informales y menos pulidos. Todos están sonriendo de oreja a oreja, como si estuvieran a punto de embarcarse en el viaje más salvaje de sus vidas. El hombre da un paso adelante y los demás se van para abrirle paso. Él comienza a caminar hacia el árbol más cercano, y los demás siguen su ejemplo. Les hace gestos para que se acerquen, y lo hacen con entusiasmo. Él sube y baja una gruesa correa de cuero del árbol, y todos se agrupan a su alrededor. Él la agarra con los dedos y comienza a jugar con ella, corriéndola y saboreándola con su lengua.